Cocina rusa y vino

 

Claro ejemplo de convivencia entre la cocina de la opulencia y la de la supervivencia, la cocina rusa es el resultado de un crisol de productos provenientes de todo el país en una mezcla de resultado potente, sabrosa y compleja.

Quizá el producto más conocido de la cocina rusa sea su legendario caviar, que atraviesa un pésimo momento debido a la contaminación del Caspio, servido de unos típicos blinis acompañados de nata agria. Pero también otros platos muy rusos son la sopa de remolacha, bortsch, y pescados de río presentes en guisos, el pollo Kiev o el archiconocido steak tartare, cuyo secreto no es otro que el de picar la carne con cuchillo, utilizar la picadora en este caso sería todo un sacrilegio.

En cuanto a la bebida por excelencia, el vodka, es un destilado que se elabora a partir del almidón del maíz, trigo, centeno o patata, que en esta ocasión dejaremos a un lado para maridar nuestras cinco recetas semanales inspiradas en Rusia con vinos de Francia, en recuerdo de la tradicional influencia francesa en la cocina de los zares.

Abrimos con la sopa Bortsch encontrando entre los ingredientes la potencia de la carne, dulzor de los guisantes, remolacha, zanahorias y cebolla, acidez del limón, tomate y nata agria, picante del ajo y del pimiento, amargor de la col… una sopa compleja que maridaremos con un vino también de cierta complejidad Château Doisy Daëne 2003

Los blinis con caviar tienen un componente muy salino como el propio caviar acompañado de la suavidad de la mantequilla de los blinis, un vino con una acidez correcta y evitando que destaque por lo mineral sería lo más apropiado para acompañarlo, elegimos el Cuvée K 2002.

Para las patatas rellenas al caviar encontraríamos también el salino descrito en la receta anterior, además de la suavidad de las patatas, dulzor de las cebolletas y el amargor de la crema agria, podríamos acompañar un vino donde la acidez no esté excesivamente marcada y sí tenga un punto de dulzor que compense todo ese acídulo aportado por la crema, el Château Montrose le daría esta suavidad.

Entre los ingredientes del pollo strogonoff tenemos los rovellones, que le darán un sabor reconocible, el dulce de la cebolla, acidez del tomate, lácteo de la nata y la suavidad del arroz.

Para el postre sustituimos el Burdeos por el dulce Sauternes para acompañar unas potentes natillas elaboradas con leche condensada, huevos y nata, postre que va a pedir un vino que aporte frescor para que el postre resulte más ligero.

Esther Britos. 
www.enocircuit.com. 

Maridajes Recomendados:

Bortsch: Château Doisy Daëne 2003, AOC Bordeaux.

Blinis con Caviar: Cuvée K 2002, Château Masserau, AOC Bordeaux.


Patatas Rellenas al Caviar: Château Montrose 1999, AOC Bordeaux. 

Pollo Strogonoff: Clarendelle 2003, Domaine Clarence Dillon, AOC Bordeaux.

Natillas Rusas leche condensada huevos nata: Cru Barrejats 2000, AOC Sauternes.

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