Perdiz

 

La perdiz pertenece al orden de las gallináceas, emparentadas con la familia de los faisanes. También llamada perdiz roja por el color de sus patas, La afamada perdiz roja (Alectoris rufa) no esta del todo clara, pues hay diferentes especies y mezclas de ellas que la hacen difícil el catalogar, sólo su ámbito geográfico y ciertas notas más determina la pureza de dicho manjar cinegético.
La perdiz roja en estado adulto tiene una longitud aproximada entre 35 centímetros y pesa medio kilo aproximadamente. El plumaje y el color que lo caracteriza, cambia según la edad y el sexo. Es estable, es sedentaria, sus vuelos son escasos y cortos, su movilidad la realiza andando.
La perdiz común o perdiz roja prefiere los lugares pedregosos con monte bajo y tierras de labranza, donde sean frecuentes las siembras de cereales de invierno y las leguminosas.
La hembra puede hacer dos puestas en nidos diferentes, en cuyo caso una puesta es incubada por la hembra y la otra por el macho.
La perdiz es un ave omnívora y vive en bandos familiares. Ocupan un territorio pequeño, por término medio de unos 500 metros cuadrados. Durante el periodo invernal la perdiz emite su canto peculiar por la mañana y a la puesta de sol.
La Perdiz Roja es una de nuestras aves más típicas, al mismo tiempo que la más apreciada como ave cinegética. Fuera de nuestro país sólo se encuentra en algunas zonas de Francia e Inglaterra (introducida)
Su hábitat preferido es el campo cultivado mezclado con monte bajo, aunque también puede encontrarse en otros tipos de terreno, siempre que haya suficiente alimento, agua. Corre velozmente antes de iniciar un vuelo raudo y directo. Suele volar distancias cortas, posándose pronto en tierra para continuar apeonando.
Esta pequeña gallinácea es un delicioso y exquisito bocado y puede preparase estofada, a la vinagreta, en escabeche o con chocolate, entre otras muchas recetas. La Mancha es su lugar más notable, por la calidad del ave y sus preparaciones tradicionales. Las de edad más adulta, al tener la carne más áspera y seca debido a que han desarrollado su musculatura, por las largas caminatas, es habitual prepararlas en escabeche, las más jóvenes basta con el horno o una cocción normal. El aceite de oliva virgen y el vinagre, junto a las hierbas aromáticas obran el milagro y la carne se vuelve tierna y muy jugosa.
Hoy en día no es necesario salir de cacería para disfrutar de una perdiz. Hay muchas perdices que provienen de granjas criadero y también está la posibilidad de comprar perdices en conserva
También se cocinan con ingredientes naturales (agua, aceite de oliva virgen extra, vinagre, ajo, sal, laurel y pimienta negra). Se pueden tomar solas o como ingrediente de ensaladas, al combinar con tipo de vegetales, pimientos, cebolla, lechugas, tomates. Acompaña muy bien a las legumbres, garbanzos, alubias, en ambos casos, la ensalada tendrá un toque tierno, natural y exclusivo.
Como es habitual se acompañan varias recetas que ilustran el contenido, como la, las perdices en escabeche o las alubias con perdiz.

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