Su nombre científico es Anethum graveolens. Existen diferencias de opinión sobre el origen exacto de esta especie; sin embargo, los autores coinciden en que éste se ubicaría en algún lugar de Eurasia. Los antiguos textos egipcios mencionan ya el eneldo, y los médicos romanos y griegos aconsejaban también su uso. El eneldo era ya conocido por los hebreos y después por los griegos, para los que ayudaba a prevenir las crisis de epilepsia. Los romanos decían que aumentaba la fuerza física. Para los gladiadores era, por lo tanto, un ingrediente imprescindible en cada bebida. Apicio lo agregaba en muchas recetas y la costumbre de añadir esta hierba a los guisos se extendió gradualmente por Europa.

Su cultivo se inicia a partir de la edad media, pero a pesar de su antigüedad, es un cultivo poco difundido en el mundo y de extensión casi siempre pequeña. Esto se explica porque su principal consumo es como "especia", en pequeñas cantidades, y sólo se usa fresco ocasionalmente, por lo que su inclusión como hortaliza es discutible. Se trata de una planta anual.

Crece espontáneamente en muchas zonas de Europa, en Rusia Meridional, en Asia y en África. Se cultiva en varios países: Alemania, Hungría, Italia, Inglaterra, Holanda, India, Pakistán y Estados Unidos. Los sectores de absorción del producto son el farmacéutico, cosmético, alimentario y de los licores.

El eneldo ocupa un lugar especial en la cocina, pues su delicioso sabor no es igualado por ninguna otra hierba. En la Europa continental es habitual el uso del eneldo en todos los guisos de pescado, pues mejora su sabor y los hace más fáciles de digerir. El aromático y fresco aroma de las hojas de eneldo fresco resulta agradable a la mayoría de los paladares. Esta hierba se puede usar para sustituir al perejil, la menta, la albahaca o el estragón y es deliciosa con platos de carne asada. El eneldo se puede espolvorear en pequeñas cantidades sobre la carne, ternera o pollo y se puede agregar a los caldos de carne o espolvorear sobre las verduras cocidas y los platos de mariscos.

La herboristería utiliza las semillas de eneldo por sus propiedades carminativas, estimulantes, estomacales y digestivas. El valor medicinal del eneldo radica en sus semillas, ricas en aceites con propiedades que facilitan la digestión. El agua de eneldo se daba a los lactantes en los países escandinavos para calmar el dolor de los cólicos. El eneldo estimula la digestión y calma el estómago.

Se dice que si se planta eneldo en el huerto aumentan las cosechas de maíz, pepinos y calabazas, ya que sus flores atraen a las abejas polinizadoras.

Como es costumbre os enviamos una serie de recetas donde el eneldo es parte esencial, como el salmón marinado,las setas con Gambas I, las milhojas de salmón, el pescado al vapor a las finas hierbas o la ensalada con cazuela de aguacate.