Gastronomía asturiana
Asturias, enclavada en la cornisa cantábrica, entre el mar y las montañas ha retenido una gastronomía propia, realizada entre potes y lumbres. Sus productos, abundantes, ricos y variados han propiciado una forma de cocinar muy peculiar
Sus pescados son notables, sus carnes excepcionales y los productos hortícolas extraordinarios. Sin duda con tales ingredientes no hacen falta elaboraciones complejas para un muy buen comer. En Asturias se come abundante y se come bien.
Asturias, tierra de valles, minas, prados, montañas, vacas y un mar renombrado es un paraíso de la gastronomía. Hombres fuertes y recios que su alimento debes ser parejo a su forma de ser y sentir.
Con orígenes celtas y emparentada con Galicia, no es extraño que en ciertas zonas se lleguen a confundir recetas y su forma de preparación. También existe, aunque menor, cierta influencia de la meseta castellana.
Los potes realizados al fuego lento de hierro o de cobre dejan el aroma a pucheros bien hechos. Entre ellos sobresale la famosísima e internacional fabada, realizada con fabes, alubias blancas de gran tamaño y de un sabor excepcional. Se acompaña de cerdo en sus diferentes embutidos, cocido con lentitud y asustando a las fabes con agua fría para que su cocción sea más lenta y más sabrosa.
Los quesos, extraídos de una leche de vaca, extremadamente rica dan a la zona un prestigio internacional, así el Cabrales es el abanderado de los queso, junto con el de Gamonedo o Gamoneu de características semejantes, pero más seco y curado; el quesu Casín, de Campo Caso y Sobrescobio o el de Afuega´l Pitu en Morcin y Riosa.
Las carnes son de vacuno, de cordero y de cerdo, todas ellas de una calidad excepcional.
El mar aporta manjares que ensalzan las mesas como el besugo, los oricios o erizos de mar o el cabracho, son formas de preparar simples pero notables al degustar.
La sidra, bebida tan celta, es sin duda la protagonista y acompañante en cualquier buena comida. Las manzanas con las que se elabora le dan un especial protagonismo. La sidra se debe escanciar, no se beben vasos, se beben botellas. La mezcla de sidra y queso de Cabrales es única, un buen acompañante a toda buena comida.
Los postres y dulces sobresalen en su preparación, los frixuelos, hermanos de las filloas, las crêpes y los panqueques todos ellos celtas y de lugares alejados pero que con su presencia hacen que aquella cultura siga viva con las gaitas o el arroz con leche requemao, con una capa de azúcar tostada con un hierro ardiente.
A continuación recomendamos ciertas recetas que os permitirán degustar la gastronomía asturiana, como la fabada, el besugo a la espalda, el solomillo al Cabrales, la merluza a la asturiana o los frixuelos con manzana al licor.
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