La liebre es un animal de caza menor (Lepus granatensis, Rosenhauer), de piel oscura y rojiza y carne muy aromática que se incluye en la familia del conejo. Este animal, originario de Europa desde la época romana, se introdujo en el siglo XVIII en Argentina, de donde se extendió a todo el continente americano. Es un mamífero lagomorfo de mediano tamaño, unos 3 kilos, pesa más la hembra que el macho. Es de pelo suave y corto, orejas aun más largas que las del conejo, y rabo corto. Al igual que su congénere el conejo, la liebre es una especie fundamentalmente crepuscular y nocturna, 
La liebre tiene muy desarrollados el oído y el olfato, siendo la vista su peor sentido. El tipo de vida que lleva la liebre, en terreno abierto, así, la liebre no solo es muy veloz y ágil, pudiendo alcanzar una velocidad punta de 70 Kilómetros /hora, sino que está siempre atenta a cuanto sucede a su alrededor, siendo una estampa clásica de la especie, verla sentada sobre el suelo con las patas delanteras.
La liebre es también sumamente recelosa y cautelosa, de forma que no se dirige nunca directamente a su lugar de encame, sino que intenta despistar a posibles depredadores y diluir su rastro, efectuando bruscos giros y cambios en el sentido de la marcha. Hay que tener en cuenta que la liebre es alimento de hasta 30 especies de mamíferos, reptiles y aves.
Su alimentación se basa básicamente de gramíneas, las que integran un 75 % aproximadamente de la dieta del animal, también incluye en su alimentación otros productos vegetales como raíces, bulbos, cortezas de plantas leñosas y frutos silvestres e incluso carroña, particularmente en época de escasez.
Es menos prolífico que su primo el conejo, otra diferencia con respecto a este es que no pare en madriguera sino al aire libre.
Su hábitat suelen ser terrenos llanos y abiertos, donde predominen los sembrados cerealistas y con algo de monte bajo. Aún así, es capaz de acomodarse a los más variados paisajes, pudiendo vivir en la media y alta montaña.
La carne de liebre es una carne roja, magra y aromática, muy rica en hierro, fósforo y con proteínas de alto valor biológico superior incluso a las de otras carnes.
Su bajo contenido de grasa le hace ser una de las carnes más magras que pueden consumirse. Es también una fuente interesante de vitaminas del grupo B, en particular de la vitamina B3 y la vitamina B12 y con un valor de sodio muy bajo, ideal para combatir la hipertensión, pero con alto contenido en purinas, muy perjudiciales para la gota
Se desaconseja comer este tipo de carnes a todas aquellas personas que tengan gota, debido a su alta concentración de purinas, por su capacidad de aumentar los niveles de ácido úrico en sangre.
Su mejor época para consumo es otoño e invierno y no debe de conservarse más de tres días en el frigorífico a menos que se congele. Su carne es roja, en contra de la de su primo el conejo. Su sabor es intenso y delicado debido a la alimentación sobre todo de hierbas. Siendo jóvenes no hace falta añadir nada, de mayor es mejor trocear y guisar en guisos y marinadas. Se puede servir con numerosas guarniciones como puede ser arroz, setas o patatas.
Como es habitual os ofrecemos recetas que ilustran lo tratado, como la liebre a la cazadora, el pastel de liebre o el civet de liebre a la olla.