La cocina tiene que ser un lugar limpio e higiénico, aunque en muchas ocasiones se convierte en un campo de batalla con montañas de cacharros, un cubo de basura hasta los topes y manchas de salsa por la encimera. Esto además del trastorno, puede hacer que se te quiten las ganas de cocinar. Para que esto no ocurra te desvelamos algunos secretos:

1. Antes de empezar prepárate bien, porque una buena preparación te permite ir más rápido, ahorrándote paseos innecesarios. Primero saca de la nevera los alimentos que vas a usar y limpia, pela, o trocea lo que sea necesario, retira los residuos inmediatamente.

2. Ten siempre a mano una bayeta limpia y húmeda para ir limpiando la encimera a medida que la vas ensuciando. Usa papel de cocina para absorber gotas o salpicaduras de aceite 

3. Convierte el papel de aluminio en tu mejor aliado y tapa con él los fuegos de la encimera que no vas a usar, así como la parte de la encimera más pegada a la vitro, de esta manera te ahorraras limpiar después las salpicaduras.

4. Cuando vayas a batir algo, pon en un cuenco los ingredientes y forra el recipiente con papel film, dejando un hueco para introducir la batidora eléctrica. Bate sin miedo, ya que las salpicaduras se quedaran en el papel y no en la pared de la cocina.

5. Cuando enharinamos, manchamos platos, cubiertos y la superficie de trabajo. Un buen truco es utilizar una bolsa de plástico. Pon en ella las cantidad justa de harina e introduce el alimento correspondiente, agita fuertemente la bolsa para que quede totalmente cubierto de harina y listo.

6. Si vas a hornear platos sin salsa, por ejemplo: pizza, quiche, o asados de verduras, pescados o carnes. Forra la bandeja con papel de horno.

7. Si tu placa es de inducción y se te derrama algo durante la cocción, no esperes y limpia en caliente, así no se pegará y será más fácil quitarlo.

8. Limpia al momento, Un fregadero sucio no es agradable, sobre todo después de disfrutar de la mesa. Limpia según vas cocinando aprovechando los tiempos de cocción y si dispones de lavavajillas, ve colocando dentro los utensilios que vas usando.

Y si quieres un espacio limpio y sin desorden mantén siempre la encimera limpia y ordenada. Recoge los utensilios limpios y guárdalos en cajones y armarios, dando una pasada rápida con la bayeta a los armarios y tiradores para quitar las marcas de los dedos y la grasa.

Los pequeños electrodomésticos que hemos terminado de usar, se guardan. ¿Para qué tenerlos pululando por la encimera y cogiendo polvo porque no los utilizamos a diario? Ordena en tus armarios o estanterías de la cocina las cosas, donde lo que más utilices quede a mano y lo que menos, esté más lejos. 

¡Si te organizas, todo es más fácil!