El té es la hoja de una planta llamada científicamente “Camellia Sinensis”, cuyo origen es la China. La infusión preparada con las hojas de té es la bebida más consumida del mundo, desde mucho antes que el café, ya que consumida al menos desde hace 4500 años y por tanto tiene una historia más de tres veces más antigua que la anterior bebida. Su origen chino hace que existan libros muy antiguos documentando los procesos de obtención del té, los modos de preparación y los beneficios para la salud. 

Durante muchos siglos se consumió sólo en Oriente, pero la llegada de los europeos en busca del comercio, especialmente los británicos, haría que la bebida se extendiese por todo el mundo. En el siglo XVII, el té se extendió y se convirtió en una bebida popular en toda Europa, gracias a los holandeses.

El té contiene altos niveles de unas sustancias llamadas polifenoles, que poseen propiedades antioxidantes, anticancerígenas e incluso antibióticas. El té verde también puede ayudar a prevenir las enfermedades cardíacas y del hígado, refuerza nuestro sistema inmunológico, disminuye los niveles de grasa en sangre, reduce el sobrepeso y baja el colesterol, además de tener efectos antibacterianos. El té estimula las glándulas digestivas y ayuda en la digestión de las comidas ricas en grasa

Tanto el té negro como el té verde proceden de la misma planta, sólo que el té verde se elabora con las hojas cocidas al vapor y posteriormente secadas; mientras que el té negro se prepara dejando marchitar las hojas, que después se enrollan, se dejan fermentar y se secan. El té verde está menos procesado que el té negro, contiene más cantidad de antioxidantes y por ello, es el más potente de los dos. Todos los tés son el resultado de la infusión de las hojas con agua, de forma más simple o más compleja.

El té negro llega a pasa por cinco operaciones diferentes. Una vez terminada su preparación se logran tés perfumados, que se aromatizan con flores o frutas. El más célebre, es llamado Earl Grey en honor al conde Grey, que tuvo la idea de añadir extracto de bergamota a un té negro de China no ahumado. El té de Georgia se aromatiza con cítricos y flores. Se pueden obtener tés perfumados mediante el albaricoque, la canela, la frambuesa, la fruta de la pasión, el jengibre, la mora, el coco, el pomelo, la manzana o la vainilla.

La preparación del té ha sido acompañada de rituales más o menos complejos: es conocida la famosa la ceremonia del té en Japón, llamado “shincha”, que proporciona una infusión de color intenso, también encontramos el ritual del té a la hierbabuena o menta entre los países árabes La moda del té de las cinco, urbana y sobre todo femenina, la inició la duquesa de Bedford hacia 1830, y rápidamente se vio acompañada por reglas de etiqueta muy puntillosas. En el continente, el té fue adoptado a causa de la anglomanía de finales del siglo XIX.

Esta vez, recomendamos varias maneras de preparar el té, como el té verde con hierbabuena, el té chino, el té indio con leche y especias, el té al pomelo y zumo de naranja o el té a la manera Mongol.