La endibia es una variedad de la achicoria (Chycorium Intivus) que se suele tomar en ensalada. Se cree que la endibia es originaria de la zona mediterránea, pues egipcios, griegos y romanos consumían las hojas verdes en ensaladas o cocidas, y utilizaban las raíces en aplicaciones medicinales. Fue durante los siglos XVII y XVIII cuando empezaron a introducirse nuevos usos y técnicas de cultivo, pues en Francia y Países Bajos eran muy apreciadas las ensaladas con hojas de endibia blanqueadas al aire libre.

El cultivo de endibias, “achicorias de Bruselas” o "Witloof" que conocemos hoy en día no apareció hasta mediados del siglo XIX. Este descubrimiento se debió a M. Beziers, empleado del jardín botánico de Bruselas, pues percibió de forma casual que las raíces de achicoria recubiertas con una capa de tierra rebrotaban en la oscuridad formando una segunda pella de hojas blanquecinas, alargadas y sueltas. A partir de entonces, Bélgica se convirtió en la cuna de su cultivo.

Rica en potasio e inulina, es muy beneficiosa para los diabéticos y para combatir las afecciones renales y hepáticas. Es muy buena para el hígado, hemorroides, limpia riñones, bazo y vesícula y catarro pulmonar. Además, contiene azúcares y vitamina C.

Su temporada se prolonga desde principios de otoño hasta mediados de primavera. En el otoño, unos días antes de proceder a la recolección de las endibias, se realiza al blanqueo de las hojas interiores encerrando la cabeza de la planta con las hojas exteriores. También se pueden blanquear cubriendo la planta con un cono de papel. Las endivias se cortan a 2-3 cm. del cuello de la raíz, las hojas recolectadas se aprovechan para ensalada, y las raíces se arrancan para el posterior forzado de los cogollos.

A continuación os dejamos unas sugerencias para cocinar esta verdura, como las endibias con mandarina, endibias y cogollos con salmón y maíz, endibias con salmón y crema de queso, endibias con peras y nueces o endibias al graten.