La quínoa es un cereal de los Andes. Su nombre, en Quechua significa "cereal madre" y se empieza a considerar como el cereal del futuro.

La quínoa o quinua, de nombre botánico "chenopodium quínoa willd", la encontramos en el altiplano peruano, chileno y sobre todo boliviano, donde aprace en gran cantidad y calidad. Los antiguos Incas lo llamaron algo así como el cereal madre, y, casi lo consideraban una deidad. Uno de los mejores argumentos de la quinoa es el ser totalmente orgánico, por lo que no recibe agentes externos, como sustancias químicas.

Su cultivo sólo es posible a alturas superiores a 3.000 metros, lo que permite su consumo masivo en el altiplano. Las semillas tienen sustancias resinosas, que las protegen de las heladas, y que se deben eliminar antes de su consumo. Toleran suelos en una amplia gama de PH, de 6 a 8.5. Su periodo de crecimiento varía entre 150 y 240 días, por lo general dependiendo de las condiciones de cultivo.


Ningún cereal alcanza la mitad de sus proteínas, ya que la quínoa tiene un excelente balance de aminoácidos a partir de los cuales se generan las proteínas. Del peso total del grano, un 30% de es germen, mientras que en otros cereales, este no supera el 3 %. La quínoa tiene otro aliado que lo transforma en alimento ideal, ya que no contiene gluten, proteína de los cereales que no pueden asimilar los bebés antes de los 5-7 meses.

Queremos ofreceros una serie de platos realizados con este casi milagroso cereal, como el postre de quínoa con yogurt, los ñoquis de quínoa, el tabulet de los incas, la ensalada de quínoa y sésamo y los langostinos con quínoa y aceitunas.