Los moldes

 

Con esté articulo queremos iniciar una serie sobre diferentes utensilios de cocina, tanto tradicionales como modernos.

Los moldes son tan antiguos como la gastronomía. Ya en el paleolítico el hombre empleaba moldes de arcilla para la cocción de los alimentos y su conservación. En el antiguo Egipto ya se narra en los jeroglíficos el empleo de moldes en hornos. Otro tanto sucede con el libro "De res coquinaria" de Apicius, considerado como el gran recopilador del arte culinario del Imperio Romano. En el Renacimiento se realizaban moldes especiales para dar forma a recetas espectacularmente decoradas. Posteriormente, sobre todo en el siglo XVIII, se usaron moldes de terracota o de metal (cobre estañado).

Las formas de los moldes son muy variables, los hay redondos, cuadrados o rectangulares. Los moldes redondos se emplean para tortas, bizcochos, tartas, pies o flanes y algunos tienen una base desmontable para desmoldar con menos dificultad. Algunos otros moldes tienen un agujero al medio, lo que es útil cuando se hornean masas densas y es necesario que el calor llegue al centro del pastel. Las placas de metal, delgadas y rectangulares, se utilizan para merengues o masas que tengan poca altura. Los aros, anillos de acero lisos o con ondas, sirven para moldear tartas, bavarois, helados y postres.

Recientemente han salido al mercado moldes de silicona de diferentes formas. Son flexibles y antiadherentes al máximo por lo que no necesitan engrasarse. Soportan temperaturas muy altas y muy bajas sin deteriorarse. Su empleo, hasta ahora, ha estado muy circunscrito a los profesionales por sus múltiples ventajas, ya que sus formas variadas permiten dar vía libre a su creatividad sin preocuparse por el desmolde. Los moldes de silicona son antiadherentes, ligeros, finos, fáciles de utilizar y almacenar, no se estropean con los golpes y confieren a las recetas un acabado brillante.

Hace breves fechas y aprovechando las compras de Navidad, ví una demostración estos moldes, en los grandes almacenes El Corte Inglés (España). La marca Lékué, en plena expansión mundial, ha puesto los moldes de silicona al alcance de todos los que les gusta la cocina. Inmediatamente compré un par de ellos para probarlos. Los resultados han sido espectaculares: resisten temperaturas hasta los 260 grados centígrados en el horno y los -60ª en el congelador. Su manejo es sencillísimo, no se pega nada, se desmoldan con una facilidad increíble, sus diseños son muy variados y para todo tipo de decoración, muy fáciles de limpiar y de guardar. Estos moldes de Lékué, de color azul, nos han sorprendido muy gratamente, la cocción o la realización de postres es muy homogénea.

Estos avances hacen que la cocina sea cada día más atractiva y fácil, al fin y al cabo la gastronomía es la fusión de lo tradicional con lo innovador y cada vez se amplían los sabores por el intercambio cultural y la creatividad en nuestras cocinas.

Como es costumbre os ofrecemos una serie de recetas, donde los moldes son imprescindibles, como la tarta de zanahorias, el pudín de ternera al Jerez, el dulce de almendras con frutas, el cake de helado de chocolate o la lasaña con pollo.

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