Su nombre científico es Castanea sativa, y es el fruto de un árbol grande (15 a 18 m) originario del sur de Europa. El castaño, especie noble por excelencia, proporciona fruto, madera, sombra y enriquece y mejora extraordinariamente las condiciones del suelo en el que vive. 

Su área natural se extiende por la parte sur de Europa, desde el sur de Inglaterra y la Península Ibérica hasta las proximidades del Mar Caspio, islas atlánticas de Canarias y Madera y norte de Marruecos y Argelia.

La castaña, cuando crece en el árbol, esta cubierta por una vaina espinosa que puede contener más de un fruto. Las variedades selectas, normalmente injertadas, se han ido cultivando durante siglos en el sur de Europa, donde se emplea para varios productos alimenticios. La castaña se puede consumir cruda, hervida o tostada. Cubierta de una cáscara correosa de color pardo oscuro y cuando se ha secado al humo, se la denomina "pilonga", y puede ser guardada largo tiempo. Los frutos también sirven para alimentar ganado, como en el caso de los famosos cerdos ibéricos de pata negra.

Las primeras castañas frescas aparecen en los mercados a lo largo del otoño. Pero podemos encontrar durante todo el año castañas peladas, asadas, en botes o congeladas. En diciembre es el mes que más se consumen, quizás por la tradición de Navidad.

Las castañas hay que conservarlas en un lugar fresco y seco, y a poder ser fuera del alcance de insectos. El mejor lugar para depositar las castañas frescas es en un cesto de mimbre Para cocerlas no es necesario pelarlas, sirve con hacerles un corte en la piel para que no revienten. Se emplean para confeccionar dulces y en muchas recetas tradicionales de caza.

Suelen ser incluidas en la dieta de los hipertensos ya que no contienen sodio y son ricas en potasio. También son un buen remedio en casos de diarrea, aunque si se consumen crudas pueden producir flatulencia e hinchazón de vientre. Por su parte, la harina de castaña es un alimento muy utilizado en la dieta de los ancianos y en estados carenciales.

La composición de la castaña es más parecida a la de los cereales que a la de los frutos secos, siendo rica en hidratos de carbono complejos, y su porcentaje en agua es más alto. La castaña contiene fósforo, calcio, hierro, zinc, magnesio y cobre, además de vitaminas del tipo B, ácido fólico, alto contenido de carbohidratos, poca grasa, carente de colesterol y alta calidad de sus proteínas. Debido a estas propiedades, todas las asociaciones contra el cáncer y de salud la recomiendan en las dietas.

Como recetas recomendadas con este fruto, os ofrecemos el dulce de castañas, el souffle de castañas, el pavo relleno con salchichas y castañas, el capón con castañas y setas y, por supuesto, el famosísimo marrón glasé.