El asado

 

Para el hombre probablemente sea el asado el primer alimento transformado que consumió. En el Neolítico el hombre era esencialmente cazador y recolector de frutos.

Con toda probabilidad el primer hombre que comió un asado de carne lo hizo después de un pavoroso incendio que la naturaleza proporciona de forma cíclica para regenerar la tierra, ya fuese un rayo o el propio calor del sol, la verdad es que ese hombre aterrorizado y asustado encontró en el desastre animales víctimas del fuego. Ante la falta de frutos y de animales vivos con que sustentarse, nuestro antecesor tuvo que comer por necesidad aquellos animales y descubrió que eran mucho más tiernos, sabrosos y que se digerían mucho mejor.

Con el descubrimiento del fuego el hombre sólo tuvo que poner los animales cazados en el fuego. Con el tiempo aprendió a mejorar la técnica del asado y su condimentación. Él ya sabia del sabor y de la textura más blanda, pero se percató que esa carne asada duraba bastante más que la carne fresca y además le proporcionaba calor al tomarla recién hecha y si añadía ciertas hierbas y especias el sabor mejoraba sustancialmente.

No existe casi ninguna cultura, en la que el asado no sea protagonista de su gastronomía. Los asados varían de un lugar a otro, en algunos casos la carne se deposita directamente sobre el fuego, en otras se deja asar a cierta distancia para mejorar la textura y el sabor y en otras se asa con piedras candentes, enterrando la pieza debajo de la tierra y dejando que se ase y cueza en su propio jugo, acompañándose de diferentes frutos.

Cualquier asado, si es al fuego de unas brasas, nos retrotrae a nuestros orígenes y nos produce unas sensaciones casi hipnóticas el ver como la pieza se va dorando al crepitar del las llamas. En nuestros días el asado tiene una relación muy directa con celebraciones especiales, sigue siendo el plato protagonista de esas fiestas, convirtiendo su ingesta en un acto casi sagrado y lúdico. Las religiones monoteístas, todas ellas celebran su día más importante con asados. Así en la Navidad cristiana no suele faltar el cordero asado o el pavo. Los árabes al igual que los hebreos sacrifican un cordero unos al final del Ramadán y los otros en la Pascua o Pensaj.

Os ofrezco una serie de recetas de asados muy tradicionales que os llevarán a otros tiempos, aunque el asado hoy día se realice, en muchos casos, en hornos de gas o eléctricos.

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