Es el nombre común (cocus nucífera) del fruto de un árbol de la familia de las Palmáceas, distribuido de forma amplia en todas las regiones tropicales. Es de forma redondeada, tiene una cáscara correosa externa de color amarillo o anaranjado, una capa fibrosa intermedia color marrón y un hueso central muy duro, en cuyo interior se encuentra la semilla, formada por una carne blanca, que es la parte comestible y el agua de coco, muy dulce y refrescante.

La pulpa del coco, cruda o cocinada, es un alimento muy importante en las regiones tropicales y tiene muchas aplicaciones tanto en la alimentación humana como en la industria (aceites, cosméticos, jabones), en medicina, en artesanía (esteras, persianas y cestería). Es un verdadero regalo de la naturaleza por su versatilidad.

Su consumo en fresco representa una importante fuente de energía para el organismo humano debido a la gran cantidad de aceite que contiene, pero además, la pulpa seca ofrece un gran protagonismo en la elaboración y fabricados de repostería.

Se conserva muy bien a temperatura ambiente si no está abierto. Una vez abierto hay que meterlo en la nevera, en un recipiente con agua para evitar que se deseque y altere. Si no se escucha el típico chapoteo del agua en su interior, es porque el coco está seco, demasiado maduro y posiblemente rancio.

En muchos países tropicales se emplea como remedio popular contra el asma, la bronquitis, contusiones, quemaduras, estreñimiento, disentería, tos, fiebre, gripe. Es de notar que el agua de coco es uno de los mejores rehidratadores, incluso se ha llegado a emplear en casos de urgencias como suero rehidratador. El aceite de coco da magníficos resultados en las hemorroides. Se le considera útil en casos de cistitis, úlceras gástricas, artritis, disenterías, desnutrición, tos bronquial rebelde.

El coco contiene una baja cantidad de agua. Destaca su aporte de grasas, principalmente, saturadas (88,6 % del total) que lo convierten en un fruto muy calórico. Aporta una baja cantidad de hidratos de carbono y proteínas. Muy rico en sales que participan en la mineralización de los huesos como es el magnesio, el fósforo y el calcio.

En los países donde se produce, se utiliza ampliamente en la cocina tanto en platos salados como dulces, destacando los currys picantes orientales. En los países donde no se produce y es de más reciente implantación, su utilización esta básicamente centrada en la repostería o como fruta.

Queremos ofrecer una serie de platos donde el coco es principal protagonista, como el flan de coco, almejas en salsa de coco, la salsa al curry, las cocadas colombianas o el pescado sudado.