Canarias, también llamadas Islas Afortunadas, instaladas en el Atlántico cerca de la costa de África, con un clima perfecto y una variedad en su naturaleza que van desde zonas desiertitas, ha montañas de más de 3700 metros, ha bosques tropicales con muchas platas autóctonas. Al igual que esta descripción somera, la gastronomía de Canarias es igual, muy sana, rica, variada y al mismo tiempo de una extrema simpleza que hace realzar sus ricos productos.

Si en algún lugar comenzó lo que hoy se llama fusión en cocina fue de forma natural en las Islas Canarias. Pobladas anteriormente a su conquista por tropas castellanas, habitaba pobladores de origen berebere, miles de años antes, los guanches. El aporte de estos pobladores, la cocina española, sus influencias americanas han hecho de la cocina canaria pueda ser considerada como muy original y cosmopolita, pues junto a los platos de evidente inspiración peninsular, presenta recetas que muy bien pudieran ser consideradas latinoamericanas o africanas, y junto a ello soluciones totalmente originales y autóctonas. Pues su clima privilegiado, la riqueza de frutos que su tierra da y las ricas costas con abundante pesca, presentan una cocina suculenta y ligera al mismo tiempo.

Su mar y su clima son ricos y en sus tierras a veces con una paciencia casi infinita han doblegado a las tierras volcánicas consiguiendo frutos tropicales, vinos como el Malvasía, ya mencionado hace siglos por Shakespeare y otros vinos afamados como tintos de Taraconte en Tenerife. Dispone de deliciosos quesos destacan los de Hierro, y Fuerteventura o los ahumados de la Palma y el de Flor de Guía, de Gran Canaria.


Sus costas extremadamente ricas en todo tipo de pescados, sus productos de tierra, bien conocidos son los plátanos de Canarias, y como base de la papa, la batata, o el antiquísimo gofio canario, una especie de pan a base de harina de trigo, maíz o cebada, previamente tostada, que acompaña a algunos platos en sustitución del pan. Sus frutos y verduras de una calidad excepcional hacen que su gastronomía sea rica y variada y más con la llegada de la explosión turística, ha hecho crecer su riqueza gastronomita de una forma muy notable.

Una de las bases de su éxito, es la simpleza, tanto al elegir los ingredientes como a la hora de cocinarlos, así la papa arruga, simple y genial, agua , sal y patatas bien elegidas y acompañadas por el mojo salsa picante de orígenes muy antiguos, a base de aceite, ajo, guindilla y pimentón que suele presentarse en distintas versiones y que nunca falta en la mesa. Los mojos más conocidos son el de cilantro, el verde (que corresponde al de perejil), el colorado (con abundante pimentón) y el mojo picón, en base a la pimienta. Pero hay que tener en cuenta que el mojo ‘colorado’ no siempre tiene que ser ‘picón’, ni necesariamente un mojo picante será rojo. También se pueden encontrar salsas con queso, azafrán, naranjas o almendras, entre otros. Los dulces también reconocidos por su calidad cierran una cocina sana, simple, rica, con muchas influencias de todo origen.

Esta introducción es acompañada de algún ejemplo de esta rica gastronomía como el famoso potaje de berros, el no menos afamado mojo picón, para acompañar a las papas arrugas, el cabrito embarrado o como postre la mousse de gofio canario, que realza y denota las posibilidades del antes denostado gofio.