La remolacha

 

La remolacha o betabel, perteneciente a la familia de las Quenopodiáceas, cuyo nombre científico es “Beta vulgaris”, parece que deriva de un tipo silvestre, de raíz delgada y ramificada, que brota espontáneamente en las zonas del mar del Norte, Canal de la Mancha, del Atlántico y del Mediterráneo. Su origen parece ser la península Italiana. 

Su cultivo, como la planta, es muy antiguo, pues ya era conocida por los griegos, los romanos y más tarde por los árabes. Las primeras referencias se encuentran en la literatura griega alrededor del 420 antes de Cristo. Aparecían descritas como "plantas de jardín versátiles"; se mencionaban variedades oscuras y claras. Las remolachas fueron utilizadas en la antigüedad, cuando no solamente se consumía la raíz sino las hojas que tienen un sabor semejante a las espinacas y que todavía siguen comiéndose en Francia.

La remolacha es un alimento del que no deberíamos de prescindir. Es una hortaliza muy energética que es muy aconsejada en casos de anemia, enfermedades de la sangre y convalecencia debido a su alto contenido en hierro, también es rica en azúcares, vitaminas C y B, potasio y carotenos. La azúcar contenida en la remolacha es la sacarosa. La remolacha de mesa (también conocida como remolacha de huerto, nabo de sangre o remolacha roja) es un vegetal popular en los huertos. Las hojas (cuello) de la remolacha son una fuente excelente de vitamina A. Las remolachas son particularmente ricas en folate. Se ha encontrado que el ácido folate y ácido fólico, que previenen defectos de nacimiento del tubo nervioso y ayuda contra enfermedades cardíacas y anemia. Las remolachas también tienen alto contenido de fibra, soluble e insoluble. La fibra insoluble ayuda a mantener su tracto intestinal trabajando bien, mientras que la fibra soluble mantiene sus niveles de azúcar en la sangre y colesterol controlados.

Las hojas se cocinaban y eran servidas frescas como verduras, mientras que las raíces o cabezas son conservadas en vinagre para ensaladas o cocinadas enteras, para después cortarse en rodajas o en trozos.

Se puede comer en ensaladas o cocida, pero mantiene mejor las propiedades cuando está cruda, si se cuece, hay que hacerlo con la piel y se quitara después. Es laxante por lo que combate el estreñimiento y las molestas hemorroides. También es un buen remedio para mejorar la función hepática y para las infecciones en la vejiga urinaria. No hay que asustarse, si después de consumirlas, la micción es de color rojo intenso.

Fue a partir del siglo XIX cuando se abandono su uso como alimento y se destino fundamentalmente a la producción de azúcar o la extracción de alcohol.

Existen varias variedades de remolacha, entre las que destacan la remolacha roja y la remolacha blanca o remolacha alargada. Ambas son muy ricas en azúcar que es mucho más asimilable que el de la caña de azúcar. También son muy ricas en almidón. Ambas poseen raíces comestibles y sus hojas pueden usarse como verdura. Siendo mucho más sabrosa, la remolacha roja es la que se destina generalmente a la alimentación como hortaliza fresca.

Como es habitual con cada artículo se acompañan una serie de recetas, donde el contenido es protagonista especial de ellas, como la ensalada de remolacha, los espaguetis con remolacha, la crema de remolacha, el milhojas de patata y remolacha o el solomillo con patatas y pétalos de nabo y remolacha.

Enlaces relacionados:
Reportajes anteriores

Puedes consultar los reportajes anteriores por categorías o bien utilizando el buscador de palabras clave.

© Copyright - Revistarecetas.Com | Condiciones Generales y Polнtica de Privacidad | Rss

Desarrollado por Iniciativas Virtuales