El repollo es una de las hortalizas más importantes de la familia de las crucíferas y su nombre científico es “Brassica oleracea”. Es un vegetal con gran contenido de agua (90 por ciento), es decir de muy baja densidad calórica. Junto con otros vegetales de la familia de las coles, debido a la presencia de ciertas sustancias, se le atribuyen propiedades protectoras contra el cáncer. Es rico en vitamina C, aunque esta puede perderse si se lo somete a cocción prolongada, también es rico en potasio y contiene vitamina A, B1, B2. Se cultiva repollo a escala comercial para la elaboración de chucrut y conservas.

Brassica es el nombre latino de las coles, término que deriva, a su vez, del latín caulis que significa tallo Las plantas originarias todavía crecen en forma silvestre a lo largo de las costas del Mediterráneo y en las costas marítimas de Gran Bretaña y del sudoeste de Europa.

Su cultivo en el área se remonta por lo menos a 2.500 años antes de Cristo. Eran ya conocidos por los griegos y romanos, y los antiguos germanos, sajones y celtas fueron los primeros en cultivarlos en el norte de Europa. Previamente a ser cultivadas y utilizadas como alimento, fueron usadas con propósitos medicinales contra la sordera, la diarrea y el dolor de cabeza, entre otros.

El principal aporte a la dieta humana de esta hortaliza corresponde a vitaminas y minerales, destacándose el elevado suministro de vitamina C, especialmente repollo blanco. El requerimiento diario de vitamina C de una persona adulta se supliría consumiendo 100 gramos de repollo.

Es antiinflamatorio, activo el sistema defensivo, antirreumático, cicatrizante de los tejidos dañados, descongestivo del hígado, lubrificante de los intestinos. Estaba indicado en la gangrena, problemas digestivos, bronquitis, asma, hemorroides, golpes musculares, dolores de cabeza, retención de líquidos, celulitis, mastitis, estreñimiento, cólicos de riñón y en las retenciones de líquidos. Toda una farmacia en una sola hortaliza

El repollo, se da especialmente en invierno, cuando más se necesita la vitamina C. Tiene un olor muy característico y desagradable al ser hervido, pero un truco para evitar ese olor consiste en añadirle un poco de leche. Su consumo produce flatulencias, por su contenido en celulosa, de difícil digestión. En la cocina se emplea tanto crudo para ensaladas, como cocido o fermentado como el famoso chucrut. Esta muy extendido por los países nórdicos y centroeuropeos, donde su consumo le provee de suficiente vitamina C en los momentos más necesarios.

Para ejemplos de extraordinarias recetas con repollo, en este caso recomendamos la sopa Juliana, el cous cous de verduras, el repollo con salchichas, el repollo rehogado con jamón o el chucrut.