Instrucciones de elaboración:
Se puede elaborar este plato con una variante simplificada que es comprar la carne de los pinchos ya condimentada de la carnicería pero la calidad de la carne rara vez será la misma.
24 horas antes de parir estos spaguetti (spaghettini exactamente en este caso) haremos el aliño de la carne, que previamente habremos cortado a tacos, mezclando en un plato aceite de oliva, de girasol y agua a partes iguales, mezclamos hasta conseguir una mezcla homogénea y en un recipiente que se pueda tapar impregnamos y removemos la carne con el líquido, al frigorífico y lo dicho, mínimo 24 horas.
Vamos ya al guiso propiamente dicho. Pelamos y cortamos la cebolla muy fina, cortamos también los pimientos a trozos del tamaño de la yema del pulgar aproximadamente.
Cubrimos el fondo de una cacerola grande con aceite de oliva, lo calentamos y pasamos el pimiento hasta que este tierno y levemente tostado, acto seguido lo retiramos con una espumadera y lo reservamos. En el mismo aceite freímos la carne aliñada a fuego fuerte para que quede tostada por fuera y jugosa por dentro, retiramos y reservamos.
También el mismo aceite sofreímos la cebolla hasta ablandarla, a fuego medio, una vez lista la cebolla subimos la intensidad del fogón y añadimos al sofrito la carne y el tomate triturado, condimentamos con sal y la albahaca, para esta receta en concreto yo no añado azúcar por la razón de que los ingredientes que la forman le dan a la salsa bastante consistencia y el azúcar la densifica desagradablemente, quitándole parte del sabor.
Cuando veamos que el tomate está empezando a espesar pero aún le queden unos minutos para estar listo, agregamos el foie-gras y removemos hasta amalgamarlo bien con la salsa, después sumamos al conjunto el pimiento que habíamos reservado y los spaghettini que habremos hervido, colado y aclarado durante la elaboración del sofrito, mezclamos todo muy bien y apagamos el fuego, vertemos un generoso chorro de aceite de oliva sobre la pasta, removemos por última vez y se acabó.
Lo idóneo es servirlo teniendo a mano una porción de parmesano para rallar y algún que otro aceite aromático, guindilla o aceitunas negras o cualquier otro que case con el plato.