Siempre hemos relegado las legumbres  al invierno, pero nos reclaman un lugar en nuestra mesa durante todo el año, Las legumbres son grandes aliadas en nuestras ensaladas y para acompañar pescados de temporada o marisco. Si, además,  las cocinas salteadas, como croquetas y canelones o en cremas, el éxito estará asegurado.

Estas semillas milenarias forman parte de la dieta humana y animal, dado su elevado contenido de proteínas vegetales. Posee grandes cualidades positivas atribuidas estas principalmente a sus proteínas  y a otras sustancias contenidas en sus granos, cono la soflavona, sustancias fotoquímicas, saponinas y fibra. Esas cualidades anteriormente citadas son las que aportan efectos beneficiosos frente a enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer y diabetes.

Son muchos los beneficios que nos aportan las legumbres, pero en esta ocasión lo que queremos es ofrecerte algunos trucos y claves que no solo te ayudarán a elaborar tus platos, sino también a la hora de realizar la compra y a su conservación.

COMO GUARDARLAS EN PERFECTO ESTADO:

Las legumbres secas, por su escaso contenido en agua, se conservan hasta un año en condiciones óptimas, pero siempre es mejor cocinarlas antes para que no pierdan calidad. Guardarlas en recipientes herméticos para protegerles de la humedad y colocar dentro una cabeza de ajos para que no acudan los insectos y en lugar seco y fresco en el que no les dé la luz del sol.

Una vez cocidas, se pueden conservar en la nevera durante varios días, pero en recipiente hermético para evitar que su aroma se mezcle con el de otros alimentos.

CONGELAR Y DECONGELAR:

También se pueden congelar y así durarán hasta seis meses. Recuerda que tienen que descongelarse en la nevera, microondas o al baño María, nunca a temperatura ambiente para evitar la proliferación de bacterias y no volver a congelar una vez descongeladas.

LAS CLAVES PARA COCINAR BIEN LA LEGUMBRE:

Para cocer las legumbres, excepto las lentejas, hay que ponerlas a remojo en agua fría al menos 12 horas. Al garbanzo se le puede añadir un poco de sal para que salga más blando.

A la hora de cocer, se ponen al fuego siempre en agua fría, a excepción de los garbanzos, y hay que salarlas siempre al final para que no se despellejen . Las hemos de cocer siempre a fuego lento, porque un hervor demasiado vivo hace que su piel se desprenda y no queden demasiado presentables.

Cuando usemos legumbre cocida o en conserva, debemos añadirla al final de la cocción, para evitar que se deshaga.

En muchas ocasiones las lentejas se nos deshacen al cocinarlas. Para evitarlo, es bueno romper tres veces el hervor con un vaso de agua fría, de este modo se evita que las lentejas se rompan durante el proceso de cocción.

Cuanto más viejas sean las legumbres, más tiempo costará cocinarlas, Por eso, si las compras a granel, es mucho mejor hacerlo en establecimientos que tengan mucho movimiento para adquirirlas entre 8 y 9  meses después de su recolección.

ESCOGER BIEN Y ELABORAR PLATOS COMPLETOS:

Si las compras envasadas o enlatadas, mantenerlas en su envase hasta el momento de consumirlas. Respeta siempre el consumo preferente que marca el etiquetado y nunca utilizar si la tapa o la lata tiene alguna abolladura o golpe.

Si la compras a granel, aparte de hacerlo en establecimientos con mucha rotación como hemos dicho antes, elige las legumbres que estén sanas y limpias, procura que su tamaño y color sean iguales para que se cuezan todas al mismo tiempo.

COMO COMBINARLAS:

Las legumbres son ricas en proteínas, minerales, hidratos de carbono, fibra, vitamina del grupo B. Combinadas con cereales como el arroz, la pasta, los picatostes o el maíz, se convierten en un plato muy equilibrado. Si les añades pescado o carne, ya tienes un plato único muy completo. En verano sus ensaladas son perfectas.

A continuación te sugerimos una selección de recetas de las muchas que puedes encontrar en nuestro recetario.