Es  un pez carnívoro, se alimenta principalmente de moluscos, crustáceos, gusanos y pequeños peces de fondo.  Es un pez costero generalmente gregario (Tiende a vivir y viajar en grupo) depredador especialmente nocturno. Prefiere los fondos arenosos

Se reproduce entre abril y julio. Durante la época de reproducción, las corvinas producen sonidos similares a un roncar para atraer a los de su especie a un mismo sitio de desove. Sonidos que usan los pescadores para detectar los bancos de peces y lanzar sus redes. 

Por lo general llegan a medir entre 50 cm y 1 metro y su población ha disminuido mucho en los últimos diez años. En España, abundaba en Andalucía occidental y frecuentaba tanto el litoral valenciano y catalán como la bahía de Palma. Pero al contrario de lo sucedido con otras especies subtropicales, su abundancia en las costas del Mediterráneo español no ha hecho sino disminuir durante los últimos años. Para ayudar a restaurar este precioso recurso pesquero, un decreto del 15 de septiembre de 2011 prohíbe la captura de pescados de menos de 30 cm.

En cuanto a su valor gastronómico  es considerado todo un manjar, al pertenecer a la categoría de pescados blancos es muy rico en proteínas y muy bajo en grasas, por lo que se requiere una preparación cuidadosa, ya que se seca rápidamente. Muy apreciado por los gourmets por la delicadeza de su carne  fina y sabrosa, con un sabor suave y textura jugosa similar al de la lubina, que se adapta a muchos tipos de preparaciones: fritos, asados, fríos en ensaladas, en papillote o simplemente al vapor.

Su contenido en grasas, como ya hemos comentado anteriormente es bajo, inferior al 2%, con una interesante aportación de ácidos grasos Omega 3, proteínas, fósforo, calcio y hierro, aporta entre 75 y 90 kcal. por cada 100 gramos, por lo que es un pescado muy indicado para incluirlo en las dietas de control de peso. Al poseer una carne magra, firme y de fácil digestión también resulta muy recomendable su consumo en personas convalecientes.

En su cabeza contiene dos pequeños huesos de aspecto amarfilado, son unos otolitos (del griego otos = oído y lithos = piedra) cuya función es aportarle equilibrio y orientación. Como curiosidad decir que los otolitos de la corvina son considerados uno de los amuletos más antiguos relacionados con el mar,  pues se encuentran otolitos en cordones y cadenas en la mayor parte de excavaciones arqueológicas de la costa gaditana. Hoy en día se pueden encontrar estas piedras, sobre todo en el sur de España,  en muchas joyerías en forma de colgante, pendientes o anillo

Podemos encontrar este tipo de pescado a lo largo de las costas del Atlántico y del Mediterráneo, pero esta especie se ha conseguido criar bajo control con bastante éxito, convirtiéndolo así en una especie de acuicultura, por lo que podemos tener al alcance de todos los bolsillos un manjar que merece la pena disfrutar.