Azufaifas o Jínjoles

 

El azufaifo o jinjolero es un árbol de hoja caduca de porte pequeño, que raramente supera los tres metros de altura, y cuyas ramas están cubiertas de espinas para evitar ser atacadas por los herbívoros, los cuales sienten especial predilección por sus sabrosas hojas. No en vano, las hojas del jinjolero se han utilizado desde siempre como forraje para ganado.

Se ha cultivado desde hace siglos por sus deliciosos frutos,  de sabor dulce con un toque ligeramente ácido, cuya maduración se produce entre septiembre y octubre. Es totalmente estacional, no se encuentra durante otros meses  como ocurre con otras frutas, hortalizas o verduras  puesto que no está cultivada en invernaderos. Su pulpa es verde claro a amarillo pálido, de textura harinosa, parecida a la de la manzana. Son  laxantes, a causa  del abundante mucílago que forman en el intestino.  Tiene un solo hueso y en China se le conoce como dátil rojo o fruta de la inmortalidad.

Según el libro chino de hierbas medicinales "The Classic", la azufaifa es dulce y suave tiene la función de complementar la energía vital, nutrir la sangre y calmar los nervios. Rico en nutrientes como ácidos orgánicos, vitamina A, vitamina C, calcio y aminoácidos.

El contenido de vitamina C por cada 100 gramos de azufaifa fresca puede alcanzar 200-500 mg, que es más alto que el contenido de 60-200 mg de kiwi. Por lo tanto, comer una azufaifa fresca todos los días puede satisfacer el suministro diario de vitamina C al cuerpo. Sin embargo, los expertos también sugieren que debido a que la azufaifa puede causar distensión abdominal no debemos de excedernos en su consumo,  comer una o dos por día es la clave para obtener beneficios. Además, la azufaifa fresca tiene un contenido de azúcar del 20% al 30%, que es el más alto entre todos los tipos de frutas frescas, por lo tanto, después de comer la azufaifa, debe reducir los alimentos básicos adecuadamente para evitar el exceso de energía. Las personas con diabetes deberían prestar más atención a esto y asegurarse de que los carbohidratos diarios no excedan el límite.

Las azufaifas o jínjoles, una vez maduros pueden comerse frescos  o se recolectan para guardarlos previamente desecados. Son ricos en azúcares y almidones  y,  como ya hemos comentado,  por su importante cantidad de vitamina C también se han utilizado como expectorantes y como un remedio contra afecciones respiratorias, de la garganta, faringitis y laringitis ya que tienen propiedades expectorantes, y emolientes. 

Si no se consume fresco, pueden prepararse  con él mermeladas, gelatinas, jarabes y licores. Pero son frescos como mejor conservan todas sus propiedades.


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