En el hemisferio norte la mejor época para consumir el cordero es la primavera que los aprovisiona de hierba fresca, rica en fibra y en calorías, siendo la leche de oveja menos grasa, siendo así, el cordero lechal de una gran calidad.
El cordero lechal es el que se sacrifica a los 25 o 30 días de vida y suele pesar en canal de 5 a 6 kilos, el ternasco después del destete pasa al engorde y suele pesar en canal unos 10 u 11 kilos.
Las guarniciones más apropiadas para las chuletas asadas de cordero son las patatas fritas o asadas, las legumbres verdes y las ensaladas.
Antes de asar o freír la pierna del cordero pascual, convendrá deshuesarla y filetearla.
Lo que los expertos llaman nuez es una de las partes más sabrosas del cordero, ya que se trata del lomo.
Para cocinar las chuletas de cordero a la plancha, previamente habrá que untar ésta con una pequeña capa de grasa. Después, a temperatura elevada, se procederá al asado, sazonando cuando dé comienzo el exudado.
Es difícil descuartizar correctamente un cordero, porque hay que conocer muy bien su anatomía. Si no sabemos cómo hacerlo, solicitemos nos lo hagan en la carnicería o supermercado en el momento de la adquisición.
Es necesario encontrar el equilibrio entre las partes grasas y magras de la carne antes de dar comienzo al cocinado. Eliminemos la cantidad grasa que sobre, de acuerdo con nuestras preferencias.
Para trinchar una pierna de cordero deshuesada lo mejor siempre será hacerlo sobre una tabla grande para poder así recoger todos los jugos. Se suele presentar ya cortada en finas lonchas.