La cereza

 

En la primavera, después del almendro florece el cerezo, con flores blancas o rosáceas y un perfume que invade todo el campo, la visión de todo un valle florecido es un espectáculo bellísimo. El cerezo es una especie procedente de Europa, Asia Menor y norte de África.

Sus frutos, las cerezas, son frutas de alto contenido vitamínico, pues contienen Vitamina A, B, C, gran cantidad de hierro, calcio, potasio, sodio, magnesio, fósforo, azufre y silicio. Es una fruta muy jugosa y dulce, su contenido en azúcar no excede del 10%.

El color puede variar desde el amarillo hasta el más conocido que es el rojo. Este color es debido a la gran concentración de hierro que tiene en su composición, por ello es muy apropiado para aquellas personas que pasan por etapas de anemia.

Esta fruta siempre fue muy apreciada por sus cualidades y su uso se ha extendido en infinidad de preparados y recetas, pues su característico sabor hace de la cereza una fruta sumamente apreciada y muy versátil y decorativa, que se presta, con gran éxito, para la elaboración de mermeladas, confituras y decoración. De sus frutos se obtiene el licor "Kirsch", que se emplea, por ejemplo, en las fondues de queso o como licor digestivo.

Este pequeño bocado tan delicioso, cómodo de comer en cualquier sitio, con aporte calórico bajo en estado fresco y con muchas propiedades beneficiosas para nuestra salud, del que numerosos estudios destacan la gran riqueza de sus componentes, comparado con las pocas calorías que proporciona. Su poder depurativo y antioxidante supera a las ciruelas, las frambuesas, o las uvas negras.

Su consumo es recomendado en personas que siguen una dieta de adelgazamiento, personas con artritis, con gota, con obesidad y son muy adecuadas para la prevención de cálculos de riñón o de vesícula. También, dada su riqueza en calcio, hierro y zinc, ayudan a prevenir y a combatir la anemia por falta de hierro y la osteoporosis, por lo cual es muy conveniente para las mujeres que han llegado a la menopausia.

Sí que hay que tener en cuenta que, por su alto contenido en potasio, su consumo debe ser moderado en personas con insuficiencia renal o hepática.

También, al igual que el resto de frutas, su consumo debe ser moderado en personas con diabetes, aunque de todas ellas, son las cerezas las que poseen uno de los índices glucémicos más bajos.

Las cerezas deben comprarse cuando están de temporada (en primavera y en verano) y conviene comprarlas en su punto, dado que no maduran bien en casa. Deben guardarse en la nevera, sin colocarlas junto a otros alimentos, ya que absorben los olores a través de su piel y ya que se comen sin pelar es necesario lavarlas bien antes de su consumo.

Desde Revistarecetas.com queremos ofreceros una serie de recetas donde la cereza es protagonista indudable como la tarta de cerezas y chocolate, el pastel de cerezas, las cerezas en almíbar, la tarta de cerezas o el rollo de cerdo con piña. Esperamos que disfrutéis de ellas.

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