Cuando hablamos de verduras nos referimos a todo alimento de origen vegetal que no sean cereales o legumbres, aunque a veces las englobamos como tales. Según la definición de la Real Academia de la Lengua, la verdura es “color verde, verdor; hortaliza, especialmente la de hojas verdes”. 
Fueron una de las primeras fuentes alimenticias de nuestros antepasados, que eran recolectores de verduras y distintos frutos de platas que hoy en día se producen en cantidades importantes para cubrir nuestras necesidades. Hasta no hace mucho, se aconsejaba que las verduras se consumiesen durante la época de su recolección, pero actualmente, gracias a la congelación, los invernaderos y la existencia de distintos métodos de conservación, están presentes en nuestras mesas cada día.
Su importancia en la alimentación es de primer orden, ya que aportan la mayoría de las vitaminas y minerales necesarios para el ser humano, además de ciertas proteínas y grasas. Su gran cantidad de fibras convierten a las verduras en un alimento indispensable para un funcionamiento adecuado del aparato digestivo.
Si se observa la pirámide nutricional, son las verduras las que deben consumirse mucho más que otras fuentes de alimentos. Una proteína de origen vegetal es 20 veces más productiva que cualquier otra proteína que no sea de este origen. Se estima que próximamente, para evitar las hambrunas, las verduras y vegetales en general deberán ocupar un espacio muy superior a que ahora estamos acostumbrados.
Sus múltiples sabores, texturas y preparaciones, así como su versatilidad en la cocina, hacen de las verduras la base de la alimentación, junto con los cereales, las grasas y las proteínas animales. Algunas se pueden tomar en crudo para que conserven mejor sus nutrientes, pero no todas pueden tomarse así, por lo que se deben cocinar para poder ser consumidas. Después de la ingesta en crudo, se impone la cocción, que ablanda sus componentes no asimilables. Otra forma de prepararlas es al vapor, con menos perdidas nutricionales que cocidas, y por último se pueden preparar también al horno. Es tal la variedad de verduras que cada una se puede preparar de formas diferentes.

Como es costumbre, a continuación os dejamos algunas recetas, como las verduras estofadas, la crema rápida de verduras, el panaché de verduras, la coca de verduras o el pisto con verduras y tocino.