Como distribuir a los invitados en una mesa

 

Cuando se decide hacer una invitación en la casa, lo primero que hay que tener en cuenta es la capacidad de la mesa. Debe de quedar espacio más que suficiente para que los invitados se sienten a gusto, las medidas adecuadas suelen ser de unos 70 a 75 centímetros por comensal. 

La forma de la mesa es también importante, si es rectangular las normas están muy claras, pero si es redonda o oval, las normas cambian un poco. Si la mesa es rectangular y si se emplea el protocolo inglés, los anfitriones deberán presidir la mesa. La anfitriona sentada en dirección a la cocina o puesta de servicio, pues debe estar atenta e indicar en cada momento que se ha de servir. El anfitrión de cara a la puerta de entrada. La modalidad francesa determina que los anfitriones se sienten en el centro de la mesa, dejando las cabeceras libres.

La colocación de los invitados en la mesa tiene también sus normas: según el protocolo europeo el invitado principal debe ir a la derecha de la anfitriona, mientras que el anfitrión sentara a la dama preferente a su derecha y se continuara así, siempre por orden de importancia, cumpliendo la segunda regla que es que se alternen las parejas, hombre, mujer.

Salvo casos muy especiales, se debe acomodar así a los comensales, pero siempre hay criterios que pueden prevalecer y los anfitriones deben tener en cuenta: como sentar a una persona que tenga sumo interés en otra junto a ella y no sea razón de incomodidad para el resto de la mesa. También lo contrario, no poner a dos personas de un cierto carácter juntos, ya sea por exceso o por defecto, pues puede ser perjudicial para el desarrollo de el evento, ver discutir a dos personas o notar su aburrimiento. No deben ponerse junta a una pareja, ya sean matrimonio o pareja de hecho.

Toda esta colocación, requiere del buen sentido de los anfitriones, que deberán colocar con buen criterio al resto de invitados, saltando ligeramente las normas. Así se podrá disfrutar de un evento ameno.

Debe ser la anfitriona quien al desplegar su servilleta y poner su cubierto sobre el plato boca arriba o simplemente tomarlo en sus manos, la que dará comienzo a la comida.

Se comienza a servir siempre por las damas y según su importancia, después lo caballeros y por último los anfitriones, que deben estar atentos a cualquier acontecimiento, ya sea cambio de plato, falta de vino o de pan y siempre esperar que termine el último invitado de comer el plato, para iniciar otro servicio.

Es difícil hoy día seguir estas pautas, ya que muchas veces son los propios anfitriones quienes deben realizar el servicio. Para ello deben prever qué platos se han de preparar, que sean fáciles de servir y que su espera no deteriore la calidad de las viandas. Los anfitriones pueden levantarse para servir a sus invitados y retirar platos y cubiertos, pero eso si, el tiempo imprescindible. Nada de fregar o entretenerse en otras cuestiones.

Si no existe servicio, se puede ofrecer la fuente a la primera persona a la derecha y estos deben pasar dicha fuente unos a otros, hasta terminar con los anfitriones.

A continuación ofrecemos una serie de recetas para complementar este artñiculo, como puede ser la crema de champiñones, la ensalada de manzana, el salmón marinado, el roastbeef o la tarta de bizcocho.

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