El cardamomo de nombre científico “Elettaria cardamomum”, pertenece como el jengibre y la cúrcuma a la familia de las cingiberáceas. Es una planta herbácea de hoja perenne que produce unos frutos muy aromáticos y algo picantes que contiene semillas con un sabor que recuerda un poco al alcanfor.

Su origen se sitúa en los bosques monzónicos del sur de la India, en Birmania y Sri Lanka. Esta especia ya fue empleada por los primitivos egipcios que masticaban semillas de cardamomo para conservar blancos los dientes. Por su aroma fue empleado inicialmente en ofrendas propiciatorias que se quemaban, los griegos y romanos lo mezclaron con cera para elaborar perfumes sólidos con los que se llenaban conchas.. Llegó a Europa por las antiguas rutas de de las caravanas, y se ha convertido, después del azafrán y la vainilla, en la especia más cara en el mercado. El cardamomo se usa más extensamente en la India y en Oriente Medio, aunque es un ingrediente de las tartas y pasteles de Alemania, Rusia y Escandinavia.

La palabra “amomon” proviene de las antiguas lenguas semitas cuya traducción sería “muy fuerte” o “especiada”. Se cree que había sido cultivado junto con la cúrcuma en los jardines de Babilonia en el siglo VIII antes de Cristo.

El aroma que exhala es suave, su sabor es más penetrante, de carácter cítrico, aunque recuerda al alcanfor. Se puede emplear en las tartas de manzana y en pasteles de carne, y en macedonias de fruta. Al pollo le da un sabor delicado y original. Para obtener un resultado óptimo se recomienda sacar las semillas y molerlas inmediatamente antes de su uso, ya que su fragancia desaparece rápidamente. Si se va a utilizar en platos salados se deben tostar en seco las semillas, esto acrecienta su sabor especiado. Hoy día el aceite de cardamomo se utiliza en perfumería en Francia y Estados Unidos y se emplea en algunos artículos domésticos perfumados. En Arabia Saudíta entre otros países árabes, la ceremonia del café con cardamomo conocida como “gahira”, se hace como importante símbolo de hospitalidad.

Una infusión después de cenar de vainas de cardamomo no es sólo refrescante y deliciosa, sino que es también digestiva. Tiene propiedades curativas, es un importante tónico, mejora la función renal, aumenta el apetito, se le considera antidepresivo y también se cree que tiene efectos afrodisíacos. Se utiliza en indigestiones, sensación crónica de náuseas y malestar estomacal, en vómitos matinales y diarreas prolongadas, estimulando la digestión, mejorando la salivación y la función urinaria. Mejora la falta de memoria, la fatiga física y mental. Combate la cistitis y las irritaciones de las vías urinarias; actúa mejorando los síntomas relacionados con las bronquitis crónicas.

A continuación os recomiendo varias recetas donde el cardamomo es parte fundamental, como: los muslitos de pollo al cardamomo, la sopa de pollo con cardamomo, arroz verde, guisantes con cardamomo, el kashimiri pulao.